lunes, 31 de octubre de 2005

Plan Cañete en el Mercurio


Quiero destacar hoy un reportaje que aparece en el diario El Mercurio del 31 de octubre que destaca las obras del Plan Cañete que han sido impulsadas por la Corporación Patrimonio Sur de la cual formo parte

"Mapuches y españoles se dan la mano", es el título del reportaje de MACARENA PAROT HILLMER que comienza mencionando que hay Varios proyectos que buscan rescatar el patrimonio histórico del Fuerte Tucapel y sus alrededores para potenciar el turismo cultural en la zona.

Texto completo:

Llegando a Cañete, a 150 kilómetros de Concepción, un nuevo hito saluda al visitante. Se trata de una escultura de acero de 15 metros de alto, con forma de clava o bastón de mando del pueblo mapuche, ubicada en la recientemente bautizada Vía la Araucana, donde14 esculturas-luminarias metálicas con forma de araucaria completan el homenaje. De ellas penden pasajes seleccionados de "La Araucana", de Alonso de Ercilla.

El paseo conduce a la calle Tucapel, donde originalmente se encontraba el fuerte, escenario de la famosa batalla en la que murió Pedro de Valdivia. Hasta hace poco no quedaba nada que la recordara, pero recientemente se terminaron de reconstruir tres de sus fragmentos.

Hoy, las dos hectáreas que ocupaba están demarcadas por hitos: una porción de una empalizada defensiva (con un corredor de centinelas, dos torres de vigilancia y un sector con restos arqueológicos de la época) y dos torreones, uno de piedra y otro de madera.

Activo renacimiento


Felipe Banda, arquitecto que vivió toda su infancia en Cañete, es el gestor de este rescate:

"Cuando nos pusimos a investigar, notamos el riquísimo patrimonio cultural que concentraba el lugar, su inmensa carga simbólica y lo poco que se conocía. Ahí se encontraron grandes personajes de nuestra historia, como Lautaro, Caupolicán o Pedro de Valdivia".

En el proceso, Banda se dio cuenta de que no era el único interesado y comenzó a congregar a distintos actores. En 2001 partió el proyecto de reconstrucción que hace poco terminó de ejecutarse con dineros del Fondart y del Minvu, entre otros.

El proyecto se llamó "Fuerte Tucapel: el encuentro de dos mundos", reflejando su intención de rescatar la historia con todos sus protagonistas.

Así, al lado de uno de los fragmentos reconstruidos, se ubicará una escultura de Lautaro sobre un caballo, en actitud bélica. Ocho toneladas de acero serán modeladas por el artista José Miguel Painepán, mapuche "capitalino" que volvió a Cañete para reencontrarse con sus raíces y trabajar en la obra, con el apoyo de las comunidades. Lautaro mirará hacia el frente, al otro lado de una quebrada, al lugar de la "matanza", donde fue capturado y muerto Pedro de Valdivia. También se pretende instalar ahí otra escultura, compuesta por dos estructuras de acero, murales de cobre con escenas de la batalla y lanzas gigantescas, huecas, por las cuales el viento rememorará sonidos.

Sólo el comienzo


A partir de estos proyectos, nacieron otros que son canalizados a través de la recientemente formalizada Corporación Patrimonio Sur, que hoy cuenta con 10 iniciativas en carpeta: señalar las fortificaciones españolas y mapuches en la provincia de Arauco, trazando entre ellas una ruta patrimonial; arborizar un parque con especies nativas como canelo o raulí, y crear un anfiteatro para actividades artístico-culturales.

"Todas buscan rescatar nuestra historia local, generando instancias de desarrollo articuladas en torno al turismo cultural. Tenemos cordillera, lagos, ríos y mar, una cultura viva como la mapuche, y todo un patrimonio muy rico. En torno a eso pueden existir diversos servicios, que incluyen la artesanía e incluso el tema gastronómico", explica Jorge Andrés Maldonado, vicepresidente de la Corporación.

Hoy cuentan con un modelo de gestión para realizar sus sueños. Pero su presidente, Felipe Banda, asegura que la mayor dificultad no ha sido el financiamiento. Para sus primeros proyectos del fuerte Tucapel y el acceso a Cañete, realizaron verdaderos "focus group" con los habitantes y comunidades indígenas de la zona.

Según Banda, el nivel de participación fue inusitado: "Hubo mucho debate, demoramos años y no se les dio en el gusto a todos, pero sí se sintieron considerados. Los mapuches fueron reticentes y había recelo hacia ellos por los incidentes del último tiempo. Hay muchas sensibilidades y pasiones de por medio, por eso la polémica. Pero estamos contentos, porque implica que se abrió un debate sobre nuestras culturas originarias que estaba pendiente".

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