domingo, 28 de agosto de 2005

El maldito Sistema Electoral Binominal



Cuando se acercan, una vez más, las elecciones presidenciales y parlamentarias conviene recordar el Sistema Electoral que nos rige y las aberraciones que en el existen. Como sea, no podemos estar ajenos a este y si pensamos además que hay muchos chilenos sin participar en el, hago un llamado a inscribirse en los registros electorales.

"Cuando los senadores Carlos Cantero o Sergio Fernández afirman que cuentan con el voto de la mayoría, se equivocan. La verdad es que otros candidatos con mayor adhesión en sus circunscripciones deberían haber ocupado sus lugares. Cuando se trata del sistema binominal, parece que todos están de acuerdo en que hay que cambiarlo. Excepto la derecha, claro.". Con estos comentarios parte el artículo de La Nación Domingo (28/08/05), escrito por Claudio R. Salinas/Hans Stange (leerlo acá).
De una manera muy simple y gráfica, este mismo artículo nos muestra con un ejemplo cómo funciona este Sistema Electoral:


Supongamos que para las elecciones en el distrito X se presentan tres listas. La lista A lleva a Jorge y Bárbara. La lista B a Rodrigo y Matías. La lista C a René y Consuelo. Se realizan las votaciones para ocupar dos escaños y los resultados son los siguientes:

Lista A:
Jorge: 10 votos.
Bárbara: 15 votos. Total: 25%.

Lista B:
Rodrigo: 5 votos.
Matías: 45 votos. Total: 50%.

Lista C:
René
: 5 votos.
Consuelo: 10 votos. Total: 15%.

Nulos, blancos y abstenciones: 10 votos.

Como el sufragio se hace de acuerdo al sistema binominal, si la lista más votada dobla el porcentaje de votos de la segunda con mayores preferencias, son elegidos sus dos candidatos. De lo contrario, se eligen las dos primeras mayorías de las dos listas más votadas.

¿Qué sucede entonces?

La lista B dobló el porcentaje de votos de la lista A, la segunda más sufragiada. Por lo tanto, Matías es elegido y también Rodrigo, aunque sólo obtuvo cinco votos.

Si la lista A hubiera conseguido un mayor porcentaje, el escaño de Rodrigo sería de Bárbara.

Así es como funciona el sistema binominal. En la práctica, una lista que obtiene el 34% de los votos alcanza la misma representación parlamentaria de una que logra el 66%.
Por lo tanto, ambas obtienen el 50% de los escaños. ¿Qué pasa con la lista C? No consigue representación, a pesar de tener la no despreciable suma del 15% de las preferencias. O sea, las minorías quedan completamente excluidas.


¿Cómo y cuándo nace este Sistema? ¿Cómo se cambia?

La respuesta nos la entrega el mismo artículo de La Nación:

El régimen binominal que Chile emplea para sus elecciones parlamentarias no fue establecido ni en la Constitución ni en la Ley de Votaciones Populares y Escrutinios. Fue recién la Ley 18.791, de 1989, la que determinó el modo en que se eligen los candidatos para los escaños de los 60 distritos diputacionales y las 13 circunscripciones senatoriales (una modificación posterior aumentó las circunscripciones a 19).

Cambiar o eliminar el sistema binominal no es cosa fácil. La reforma a la Ley Electoral implica modificar las leyes orgánicas constitucionales, para lo cual se requiere la aprobación de al menos cuatro séptimos de los parlamentarios. Es decir, 68 (120) diputados y 22 (38) senadores deben estar de acuerdo en la reforma.


Otra gran injusticia de nuestro Sistema Electoral Binominal, corresponde a la dispar representatividad que pueda tener un elector, dependiendo del distrito donde le toque sufragar, así lo explica y grafica Homero Altamirano en una columna en Lanalhue Noticias (10/01/2002), escrita a raíz de los resultados de las elecciones de entonces:

El principio de “una persona un voto”, tampoco se cumple en este sistema. Hay distritos en los cuales el voto de una persona vale más que el de aquella que reside en otro distrito. Efectivamente, El distrito con menos votantes, sin considerar situaciones extremas como Isla de Pascua y Aisén, es el N° 6 con 41.000 votantes, y el mayor es el distrito 20 con 201.000 votantes. O sea en uno se eligen un diputado por cada 20.000 votantes y en el otro uno cada 100.000 votantes. Como se hacía en el sistema anterior a la dictadura, debiera elegirse un representante por un número determinado de habitantes, haciendo la excepción en casos de áreas poco pobladas.

En resumen, el sistema actual de elecciones de parlamentarios es antidemocrático, favoreciendo a dos agrupaciones políticas y dejando fuera del Parlamento al resto, y no es equitativo en cuanto a la representatividad de cada elegido.


El Parlamento este año perdió la gran oportunidad de incluir esta reforma dentro de las que se aprobaron, como la eliminación de los Senadores Designados y la inamovilidad de los Comandantes en Jefe. Claro, ahora la Derecha no tenía ventaja en estos dos casos, ya no elegirían muchos designados y las Fuerzas Armadas perdieron la confianza en quienes han desconocido su responsabilidad política en los hechos de sangre de la Dictadura, época donde crecieron y se enriquecieron de sobremanera.

Mi visión acerca del próximo cambio del Sistema Binominal es que está muy próximo y nuevamente será la Derecha a quien le convenga realizarlos, en efecto, se avecina la mas irreconciliable división entre la UDI y RN, en adelante competirán por separado donde no tendrán mayores posibilidades de elegir a sus candidatos con el Sistema Electoral que ellos mismos idearon.

¡¡¡ ES DE ESPERAR QUE ESTO SUCEDA !!! Para, por fin llegar a la PLENA DEMOCRACIA.

3 comentarios:

Roberto Iza Valdés dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Roberto Iza Valdés dijo...
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Anónimo dijo...

creo que el sistema bi-nominal sigue siendo el gran exito de chile es por eso que estamos como estamos
de no existir estariamos todos los dias tratando de solucionar problemas irrelebantes en el parlamento dejando de lado o que realmente importa

asta luego y dejen de ablar estupideses